lunes, 22 de febrero de 2010

sobre el pedanterismo

En toda manifestación cultural siempre hay alguien pedante, puedo llegar a manifestar (por que se me canta el forro de las pelotas) que el gran roberto los ha pintado (a los pedantes sea cual fuese la manifestación cultural) en la siguiente aguafuerte:
EL IDIOMA DE LOS ARGENTINOS

El señor Monner Sans, en una entrevista concedida a un repórter de El Mercurio, de Chile, nos alacranea de la siguiente forma:
"En mi patria se nota una curiosa evolución. Allí, hoy nadie defiende a la Academia ni a su gramática. El idioma, en la Argentina, atraviesa por momentos críticos... La moda del 'gauchesco' pasó; pero ahora se cierne otra amenaza, está en formación el 'lunfardo', léxico de origen espurio, que se ha introducido en muchas capas sociales pero que sólo ha encontrado cultivadores en los barrios excéntricos de la capital argentina. Felizmente, se realiza una eficaz obra depuradora, en la que se hallan empeñados altos valores intelectuales argentinos".
¿Quiere usted dejarse de macanear? ¡Cómo son ustedes los gramáticos! Cuando yo he llegado al final de su reportaje, es decir, a esa frasecita: "Felizmente se realiza una obra depuradora en la que se hallan empeñados altos valores intelectuales argentinos", me he echado a reír de buenísima gana, porque me acordé que a esos "valores" ni la familia los lee, tan aburridores son.
¿Quiere que le diga otra cosa? Tenemos un escritor aquí -no recuerdo el nombre- que escribe en purísimo castellano y para decir que un señor se comió un sandwich, operación sencilla, agradable y nutritiva, tuvo que emplear todas estas palabras: "y llevó a su boca un emparedado de jamón". No me haga reír, ¿quiere? Esos valores, a los que usted se refiere, .; insisto: no los lee ni la familia. Son señores de cuello palomita, voz gruesa, que esgrimen la gramática como un bastón, y su erudición como un escudo contra las bellezas que adornan la tierra. Señores que escriben libros de texto, que los alumnos se apresuran a olvidar en cuanto dejaron las aulas, en las que se les obliga a exprimirse los sesos estudiando la diferencia que hay entre un tiempo perfecto y otro pluscuamperfecto. Estos caballeros forman una colección pavorosa de "engrupidos" -¿me permite la palabreja?- que cuando se dejan retratar, para aparecer en un diario, tienen el buen cuidado de colocarse al lado de una pila de libros, para que se compruebe de visu que los libros que escribieron suman una altura mayor de la que miden sus cuerpos.
Querido señor Monner Sans: La gramática se parece mucho al boxeo. Yo se lo explicaré:
Cuando un señor sin condiciones estudia boxeo, lo único que hace es repetir los golpes que le enseña el profesor. Cuando otro señor estudia boxeo, y tiene condiciones y hace una pelea magnífica, los críticos del pugilismo exclaman: "¡Este hombre saca golpes de 'todos los ángulos'!" Es decir, que, como es inteligente, se le escapa por una tangente a la escolástica gramatical del boxeo. De más está decir que éste que se escapa de la gramática del boxeo, con sus golpes de "todos los ángulos", le rompe el alma al otro, y de allí que ya haga camino esa frase nuestra de "boxeo europeo o de salón", es decir, un boxeo que sirve perfectamente para exhibiciones, pero para pelear no sirve absolutamente nada, al menos frente a nuestros muchachos antigramaticalmente boxeadores.
Con los pueblos y el idioma, señor Monner Sans, ocurre lo mismo. Los pueblos bestias se perpetúan en su idioma, como que, no teniendo ideas nuevas que expresar, no necesitan palabras nuevas o giros extraños; pero, en cambio, los pueblos que, como el nuestro, están en una continua evolución, sacan palabras de todos los ángulos, palabras que indignan a los profesores, como lo indigna a un profesor de boxeo europeo el hecho inconcebible de que un muchacho que boxea mal le rompa el alma a un alumno suyo que, técnicamente, es un perfecto pugilista. Eso sí; a mí me parece lógico que ustedes protesten. Tienen derecho a ello, ya que nadie les lleva el apunte, ya que ustedes tienen el tan poco discernimiento pedagógico de no darse cuenta de que, en el país donde viven, no pueden obligarnos a decir o escribir: "llevó a su boca un emparedado de jamón", en vez de decir: "se comió un sandwich". Yo me jugaría la cabeza que usted, en su vida cotidiana, no dice: "llevó a su boca un emparedado de jamón", sino que, como todos diría: "se comió un sandwich". De más está decir que todos sabemos que un sandwich se come con la boca, a menos que el autor de la frase haya descubierto que también se come con las orejas.
Un pueblo impone su arte, su industria, su comercio y su idioma por prepotencia. Nada más. Usted ve lo que pasa con Estados Unidos. Nos mandan sus artículos con leyendas en inglés, y muchos términos ingleses nos son familiares. En el Brasil, muchos términos argentinos (lunfardos) son populares. ¿Por qué? Por prepotencia. Por superioridad.
Last Reason, Félix Lima, Fray Mocho y otros, han influido mucho más sobre nuestro idioma, que todos los macaneos filológicos y gramaticales de un señor Cejador y Frauca, Benot y toda la pandilla polvorienta y malhumorada de ratones de biblioteca, que lo único que hacen es revolver archivos y escribir memorias, que ni ustedes mismos, gramáticos insignes, se molestan en leer, porque tan aburridas son.
Este fenómeno nos demuestra hasta la saciedad lo absurdo que es pretender enchalecar en una gramática canónica, las ideas siempre cambiantes y nuevas de los pueblos. Cuando un malandrín que le va a dar una puñalada en el pecho a un consocio, le dice: "te voy a dar un puntazo en la persiana", es mucho más elocuente que si dijera: "voy a ubicar mi daga en su esternón". Cuando un maleante exclama, al ver entrar a una pandilla de pesquisas: "¡los relojié de abanico!", es mucho más gráfico que si dijera: "al socaire examiné a los corchetes".
Señor Monner Sans: Si le hiciéramos caso a la gramática, tendrían que haberla respetado nuestros tatarabuelos, y en progresión retrogresiva, llegaríamos a la conclusión que, de haber respetado al idioma aquellos antepasados, nosotros, hombres de la radio y la ametralladora, hablaríamos todavía el idioma de las cavernas. Su modesto servidor.
Q. B. S. M.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Palabras que amo

Así como amo el re menor y la crueldad de la noche, por diferentes motivos amo también la siguiente lista de palabras:
océano
vericuetos
manjar
abrazo
vino
brasas
fuego
destornillador
fulbo
pelota
caminante
pandilla
cuñatai
piecita
empatía
luna
macoña
guitarra
pulenta
vagina
tetas
mujer
belleza
negra
negro
africa
continente
amplificador
mandarina
putrefacción
costeleta
abejorro
luciérnaga
en fin quedan muchas fuera de la lista, pero soy un tipo ocupado que tanto....

martes, 16 de febrero de 2010

Un descanso ya

Estaría bueno un descanso de todas mis malas decisiones, que yo sea paranoico no significa que no me persigan dijo un peladillo una vez, unas vacaciones de mi, un tiempo fuera de casi todo, no olvidarme ni ser feliz, solo un descanso de mis trajes que no me quedan, de mis caretas que se caen, de mis otros yos, de mi mala ropa y de mis necesidades, y de como me ven o creen conocerme, descanso de mi disfraz de valiente y del de gordo boludo también, de la falta de empatía, del mundo loco y malo, de mis lágrimas de oro, mucha necesidad de descansar el oído...por dios necesito un botón para apagar mis orejas o tomar tierra en la luna(mientras tu mano me acerca un mate y todo tu ser a mi lado) que dicen que el sonido no se expande en el vacío, aunque el vacío se expanda en la música...ja paradojas que le llaman, hablaba un amigo en su blog de los abismos hace poco, a mi me encantan los abismos, los amo, simplemente detesto esa crueldad de no poder caer en ellos, pero como no puedo escapar de mi encierro me rasco el cachete del culo y las dos bolas mientras píenso que sería bueno un baño caliente, un café y dos cigarrillos mientras miro las fotos de mi mesa de luz,entonces me palmeo la espalada y me digo, mauro no te quejes de lleno, maricón y andá a bañarte que tenés un olor....

lunes, 8 de febrero de 2010

Consejo culinario

Cuidado aquel que no esté habituado a cocinar en su propia casa. Hay un spray de fritolim muy pero muy parecido a un desodorante de ambiente anti-tabaco, y no quedan muy ricas las costeletas.
no digan que no les avisé

viernes, 5 de febrero de 2010

No hay forma

Siempre me mando una cagada, sin horarios y sin aviso, las tengo a flor de piel...pah que es dificil ser yo