lunes, 26 de noviembre de 2007

Como se arma una revolución en cuba.-

Esto lo saqué de taringa www.taringa.net es de un usuario llamado wasil. No estoy de acuerdo con el gobierno de Fidel Castro pero me enferma mucho mas el gobierno de estados unidos, su bloqueo y su impostura de pensamiento.
Contrarrevolución

lunes, 12 de noviembre de 2007

Es costumbre que la Oficina de Intereses de EEUU convoque previamente a corresponsales y fotógrafos de los medios de información extranjeros para que reporten las "espontáneas" demostraciones...

"La policía cubana arrestó a un grupo de jóvenes que usaban pulseras elásticas blancas con la palabra 'cambio' impresa en ellos y los retuvo durante horas antes de soltarles sin formularles cargos, según dijo el jueves un activista por los derechos humanos. La detenciones, que tuvieron lugar el lunes (29 de octubre), pasaron inadvertidas en la isla pero provocaron una protesta tres días después en Washington, donde altos funcionarios y críticos del gobierno comunista de Cuba dijeron que al menos 70 jóvenes fueron arrestados."

Así decían los párrafos iniciales de un despacho de la Associated Press fechado en La Habana con la firma del periodista Will Weissert el jueves primero de noviembre de 2007.

Según el propio despacho de la agencia AP, "en Washington, el Secretario de Comercio estadounidense Carlos Gutiérrez dijo el martes (30 de octubre) que 70 cubanos fueron arrestados. Gutiérrez agregó que él también usa las pulseras 'cambio' para apoyar a los cubanos que quieren democracia. Su injustificado arresto es precisamente el motivo por el que Cuba necesita ahora el cambio, afirmó."

Gutiérrez, cubano de nacimiento, se desempeña como Secretario al frente del Departamento de Comercio del gobierno de George W. Bush y preside, junto con la canciller Condolezza Rice, la "Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre" creada por la Casa Blanca en octubre de 2003 para centralizar las actividades intervencionistas en los asuntos internos de la isla. Gutiérrez es, así mismo, un miembro prominente de los grupos de cubanos extremistas de derecha conocidos como la mafia de Miami que, en las elecciones de 2000, propiciaron en el estado de la Florida el fraude que llevó a George W. Bush a la presidencia de la nación.

Actos de este tipo no constituyen novedad en Cuba. Usualmente, se programan y coordinan en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana con el propósito de publicitarlos en Miami para mantener viva en Estados Unidos la imagen de que en Cuba hay el ambiente de protesta que requieren las campañas contra la isla.

A tales fines utilizan, por ejemplo, a familiares de personas que cumplen condenas de prisión que les han sido impuestas por los tribunales del país por delitos probados de mercenarismo al servicio de los Estados Unidos.

Como regla, cuando estos espectáculos sobrepasan la capacidad de tolerancia de la ciudadanía, son los propios vecinos -sintiéndose provocados- los que se encargan de responderlas y la policía solo interviene para evitar que la población se exceda en su indignación y pueda causar algún daño físico a los 'disidentes', que son siempre las mismas conocidas personas, retribuidas por tal actuación.

Es costumbre que la Oficina de Intereses de Estados Unidos, convoque previamente a corresponsales y fotógrafos de los medios de información extranjeros acreditados en el país para que reporten las 'espontáneas' demostraciones, cuando éstas en realidad han de escenificarse.

En esta ocasión, la protesta podría haber sido programada para perturbar el desarrollo de la votación en las elecciones cubanas del 21 y el 28 de octubre (primera y segunda vueltas), o para relacionarla con el mensaje del presidente Bush contra Cuba del 24 de octubre, o para distraer la atención de la casi unánime votación de condena en la Asamblea General de las Naciones Unidas al bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba, que tuvo lugar un día después.

El hecho de que la noticia de la 'protesta' llegara a Washington antes que al corresponsal de la agencia de prensa que radica en el supuesto escenario, evidencia el mecanismo puesto en práctica.

No me consta que la 'protesta' llegara en verdad a realizarse -tampoco lo contrario- pero, si así aconteció, la repercusión interna fue totalmente inexistente y solo se magnificaron los supuestos hechos en Washington y en Miami, donde habrían sido concebidos.

Es también probable que los fondos para financiar la 'protesta' hayan tomado otro camino y por algún lugar ignorado descansen una buena cantidad de brazaletes con la palabra 'cambio'.

El 5 de noviembre, el diario The Washington Post publicó los resultados de una encuesta según la cual 72% de los estadounidenses cree que su país va por mal camino y desea un cambio. Excelente oportunidad para devolver a origen elcargamento de brazaletes.

La selección de la palabra 'cambio' contra la revolución cubana, por cierto, constituye otra muestra de ignorancia del idioma y de la historia por parte de los expertos publicistas de Washington.

La revolución es la madre de todos los cambios y su uso como eslogan contra ella es tan absurdo como la asignación del nombre de José Martí, héroe nacional y apóstol de la independencia de Cuba, a medios publicitarios creados por la Casa Blanca precisamente para menoscabar la soberanía nacional de Cuba.

Muchos admiradores y amigos sinceros de la revolución cubana estiman que el gobierno de la isla no debía prestar tanta atención a estas farsas encaminadas a provocar reacciones represivas. Pero debe recordarse que no es a un estado extranjero cualquiera al que sirven estos corruptos sino a la superpotencia única que, por más de 48 años, ha declarado públicamente su intención de derrocar al gobierno cubano, ha atentado contra la vida de sus gobernantes y en la actualidad tiene planes gubernativos para promover y financiar el desmontaje del orden social que con tantos sacrificios se han dado los cubanos. Sirven a un gobierno que no acata el derecho internacional y se considera por encima de las Naciones Unidas, cuyas decisiones no respeta y así lo proclama.

En Cuba también se arman, con otros métodos diametralmente opuestos, grandes protestas en las que los participantes se cuentan por millones para condenar los actos genocidas de Estados Unidos contra el pueblo cubano y de solidaridad con otros pueblos agredidos por el mismo enemigo.

http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&task=view&id=2595&Itemid=65

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